Jenny Boot, nacida en Holanda, en 1969, comenzó su carrera artística como pintora, pero pronto se dio cuenta de que la fotografía era un medio aún más preciso para expresar sus sentimientos, un lenguaje que le daba más control para traducir su visión en imágenes. Jenny comenzó su educación en la Fotoacademie en Groningen. Ella no sabía mucho sobre la técnica en ese momento y tuvo que buscar su propia identidad como artista. Después de dos años abandonó sus estudios para explorar qué le inspiraba más. Más tarde terminó su educación en fotografía de moda en la Fotoacademie en Amsterdam.
La luz es un aspecto importante del trabajo de Jenny. Según la artista, aunque una foto, una idea o un modelo pueden ser bellos, la luz es lo que hace o rompe una fotografía. Es a través del uso de la luz que puede capturar sus modelos en imágenes pictóricas. Jenny fotografía a mujeres que, a través de su corporeidad, expresan personalidades poderosas o sensuales. Las chicas en sus fotos son mujeres del mundo que te miran directamente a los ojos y tratan de seducirte. Estas mujeres no tienen miedo a exponerse. Las musas de Jenny tienen este poder particular de atreverse a ser vulnerables.