El arte y la cultura, constituyen las mejores armas para hacer retroceder la ignorancia, la estupidez, el fanatismo. La fotografía con su control directo sobre la realidad, puede transformar, mostrar un rostro más cercano a la vida real, incluso si cambia lo que se está buscando captar. La fotografía árabe contemporánea, presenta una multiplicidad de miradas sobre la belleza del mundo árabe, su elegancia, también sus sufrimientos, su modo de vida, en definitiva, la vida en su complejidad. El mundo árabe real se mueve, vive, respira, y no está en la misma categoría que los delincuentes, que en cualquier caso no representan el mundo árabe y aún menos el Islam. Cada expresión artística es una respuesta. El FotoFest de Houston y la Biennale des Photographes du Monde Arabe Contemporain de Paris, muestran al mundo la realidad de la fotografía arabe actual. La fotografia actual de Medio Oriente, presenta múltiples puntos de vista sobre una región donde los choques entre lo personal, lo social, lo religioso y lo político son emotivos y complejos. Mucha de la solidez de su fotografía, procede de los jóvenes artistas que no han optado por la emigración y siguen trabajando en sus países. En los últimos años, la práctica de la fotografía contemporánea en Oriente Medio ha dado resultados que están entre los más novedosos de todo el mundo. Algunos artistas representativos son, Ahmed Jadallah (Palestina), Boushra Almutawakel (Yemen), Fraidoon Poya (Afghanistan), Hassan Meer (Oman), Sama Alshaibi (Iraq), Samer Mohdad (Libano), Sami Al Turki (Saudi Arabia), Shadi Ghadirian (Iran) y Tammam Azzam (Siria)